Análisis de la industria andaluza en 2015

(Fotografía de la miniatura realizada por Miguel Durán)

Andalucía se podría considerar una región muy rica, ya que se encuentra comparativamente entre las 17 primeras de Europa en relación al producto interior bruto (gráfico 1). Sin embargo, hay que tener en cuenta que debido a su gran tamaño y su alta población (más de 8 millones), la renta per cápita se encuentra entre las más pobres de Europa, solo superando a regiones dispersas de países occidentales y a las zonas más al este de Europa (gráfico 2).

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Graf.1: PIB regional comparado con Andalucía

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Graf.2: Renta per cápita regional comparada con Andalucía

Se observa claramente que en España solo hay dos regiones que superan en PIB a Andalucía: Cataluña y Madrid. En cuanto a Europa, la región con mayor PIB de la Unión es Île de France (Francia), con 631 millones de euros, más de 4 veces el valor de Andalucía, unos 141 millones de euros.

ESTRUCTURA EMPRESARIAL

Andalucía presenta similitudes con el resto de España, sin embargo, el 73% del valor de su industria se concentra en solo tres grandes ramas: industria química y farmacéutica (35%), industria alimentaria (28%) y la producción y fundición de metales (11%); teniendo esta última un papel mucho más relevante que a escala nacional.

Por el contrario, la producción de materiales de transporte baja 10 puntos su relevancia, colocándose en quinto lugar con un 4%.

En términos de empleo, desde 2008 hay una ‘migración’ de empleados hacia otros sectores, ya que del total de personas empleadas en Andalucía, actualmente en industria trabajan el 9,2%, habiendo bajado en casi dos puntos desde entonces (gráfico 3). En España, la tendencia es muy similar, pasando del 16% al 14%.

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Gráfico 3. Distribución porcentual de los ocupados en el sector industrial respecto al total de empleados en Andalucía

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Gráfico 4. Ocupación por sectores

Málaga es la provincia peor situada dentro de las distintas provincias de la comunidad autónoma andaluza, con solo un 4,6% de empleo industrial, y un 2,9% de empleo en la agricultura, teniendo una dependencia excesiva del sector servicios para la generación de empleo. En el otro extremo se sitúa la provincia de Huelva con un 10,3% de empleados en la industria, y un 19,4% en la agricultura. Estos dos sectores suman un empleo del 30% de la provincia sobre el total.

CONCLUSIONES

Casi todos los indicadores expuestos muestran un escenario en el que Andalucía se encuentra a la cola de Europa y España, ejerciendo un papel muy débil en ambas instituciones, aun cuando el volumen de negocio andaluz se encuentre entre los mejores de Europa. Hay que tener en cuenta que dada la superficie y población de Andalucía, el esfuerzo industrial de la Comunidad es claramente insuficiente para generar la riqueza y el empleo necesarios para la estabilidad socioeconómica de la región. Una de las causas es la dependencia del sector servicios, cuya estructura es muy volátil, de escaso valor añadido y dependiente de factores externos que no se puede tener bajo control.

Aunque la crisis en términos macroeconómicos parece haber concluido, observándose en muchos de los indicadores cómo se han recuperado los niveles previos a la misma, Andalucía no puede dejarse llevar por estos esperanzadores resultados.

Por un lado, el cambio de tendencia en los mercados en el que han aumentado las exportaciones para paliar la caída del consumo interno puede provocar, a largo plazo, debido a las posibles inestabilidades políticas y/o de los mercados, una caída repentina de las exportaciones y un aumento de los stocks. Por otro lado, la mejora de las tasas en el crecimiento económico no va asociado a una mejora del PIB industrial del mismo calibre, por lo tanto, el peso de la industria en el PIB sigue cayendo lentamente año tras año.

La industria andaluza se polariza en las ramas alimentaria, química y metalúrgica. Esto conlleva que cualquier inestabilidad en alguno de estos mercados marque el devenir de la región, necesitando una mayor diversificación del sector para alcanzar mayor estabilidad.

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