Esperanza Caro: “Durante mi carrera nunca me he planteado si el género influía en mi trabajo”

La revista Ingeniería Industrial entrevista a Esperanza Caro Gómez, consejera técnica de la Secretaría General de Universidades de la Junta de Andalucía , con motivo del número 251 de la publicación, centrado en la figura de la mujer en la ingeniería.

Esperanza Caro

Ingeniera Industrial por la Universidad de Sevilla y especializada en Química y Medio Ambiente es, además, diplomada en Gestión Ambiental. Tras una dilatada carrera con cargos de responsabilidad en la Junta de Andalucía como el de directora general de Prevención y Calidad Ambiental, actualmente es consejera técnica de la Secretaría General de Universidades, Investigación y Tecnología de la consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo.

Desde su experiencia en el sector público, ¿cree que se cumplen con las medidas para la igualdad de género en las administraciones?

Desde mi experiencia personal creo que se cumplen las medidas en materia de igualdad de género en mi entorno laboral. Es más, durante toda mi trayectoria nunca me he planteado si el género suponía algún tipo de diferencia, positiva o negativa, en mi trabajo. Creo que esa es la igualdad en el entorno profesional, que se considere a la persona por su desarrollo, nivel o conocimiento, independiente de otras características que no influyen en sus capacidades.

¿Qué medidas son necesarias tomar para acabar con la desigualdad de la mujer?

Acabar con la desigualdad en cualquiera de sus formas es fundamental para nuestra sociedad y para el mercado en general, pues una cosa que también se olvida con demasiada frecuencia es la riqueza que aporta la variedad a todos los grupos. Una medida necesaria considero que es la concienciación desde la base de lo bien que funcionan los grupos mixtos de trabajo. Si los empresarios no conocen los beneficios y las riquezas de éstos, nunca formarán equipos de hombres y mujeres con estos fines.

Madre y alta directiva, ¿alguna anécdota que nos pueda contar al respecto?

Recuerdo con cariño la extrañeza que para muchas personas suponía el que pudiera estar desarrollando trabajos de responsabilidad con viajes continuos teniendo cuatro hijos. Recuerdo cómo una vez tuve que asistir a una importante reunión con vecinos de Algeciras con mi hijo recién nacido, ya que como se encontraba aún en periodo de lactancia, no podía estar demasiado tiempo lejos de él.

Una mujer ingeniera que decide ser madre, ¿tiene las facilidades para que no suponga ningún problema en su carrera laboral?

En mi caso, como he comentado, no he tenido ningún problema al respecto, pero soy consciente que es muy diferente fuera de la Administración, donde está bastante penalizado el hecho de ser mujer de una determinada edad por esa hipotética probabilidad de ejercer el derecho a ser madre, como si los hombres no ejercieran su derecho a ser padre. Es más, considero que una mujer madre y trabajadora en principio tiene, entre otras, tres grandes virtudes: la gestión eficaz del tiempo, la productividad y el trabajo en equipo, valores hoy en día muy demandados.

¿Qué efectos cree que puede tener la reindustrialización de Andalucía en el ámbito económico y social?

El proceso de reindustrialización es clave para un desarrollo económico y social en Andalucía al generar un nivel de empleo estable en el tiempo, y potenciar el desarrollo de conocimiento y servicios auxiliares. De esta manera también se desarrolla una red que dé coherencia y estabilidad ayudando, además, a cohesionar el territorio andaluz.

Y en cuanto a la actualidad de la industria andaluza, ¿cuáles cree que son sus hándicaps?

Hay varios, pero entre otros destaco la falta de inversión y la poca apuesta de los capitales por este sector, ya que es más fácil invertir en otros sectores con un retorno más inmediato. También apuntaría que hay una excesiva normativa europea, estatal y autonómica que tienen como consecuencia procesos muy largos para la puesta en marcha de una actividad y desincentivan las inversiones. Hay que apostar por una industria moderna y competitiva, lista para competir en el mercado global. Hay que pensar en términos de tecnologías exponenciales, con una mentalidad disruptiva y sin miedo al fracaso, puesto que ésta es la puerta del éxito.

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