Editorial: Máster en Ingeniería Industrial

Aurelio Azaña Aurelio Azaña. Decano del COIIAOc. 

En el curso 2014-2015 comenzarán a impartirse los másteres en Ingeniería Industrial en toda Andalucía. El Colegio ha participado, hasta donde lo han dejado, en la confección de los planes de estudio de algunas de las escuelas de Andalucía occidental, en concreto Sevilla y Algeciras. En este sentido, la participación de los colegios en la nueva configuración de los títulos de Ingeniería Industrial ha sido importante y ha estado motivada por varias razones.

La primera ha sido la necesidad de darle continuidad a un título que profesionalmente tiene mucho prestigio en la sociedad civil y empresarial, dentro y fuera de España. La segunda es la necesidad de titulaciones con fuerte preparación en las bases de la Ingeniería (Física, Química, Matemáticas, Dibujo). La tercera está ligada a la responsabilidad de un título, el de ingeniero industrial, que se corresponde con una profesión regulada y con unas atribuciones profesionales que el Estado concede para firmar todo tipo de proyectos técnicos. La cuarta es preservar el carácter generalista de la profesión de ingeniero industrial a toda costa. La quinta es la necesidad de que no haya confusión con otros ‘experimentos’ que las universidades españolas están poniendo en marcha, que pueden llegar a generar titulaciones que no sean viables, siendo incluso rechazadas por el mercado.

No debemos olvidar que la evolución de los nuevos planes de estudio tiene una historia plagada de controversias. En primer lugar, hubo que superar la barrera del anterior Gobierno de la Nación, que pretendía dejar nuestra titulación de Ingeniería Industrial a nivel de grado, con cuatro años de estudios, algo que habría supuesto el fin de la profesión de ingeniero industrial. No pudimos evitar, sin embargo, el cambio de un catálogo de títulos (los títulos los propone el Estado) por un registro de títulos (los títulos son propuestos por las universidades y aprobados por el Estado), que ha llevado a la proliferación de cientos de títulos que llevan la palabra ‘ingeniero’, y que generan confusión entre la sociedad.

Tampoco pudimos sacar adelante el máster integrado frente al modelo que se ha impuesto de ‘grado más máster’.
En cualquier caso, ha llegado la hora de que los primeros egresados del nuevo plan accedan al máster, un acceso que debe estar garantizado desde cualquier grado en Ingeniería de cualquier universidad española con títulos oficiales. Sin embargo, existe un grado (que nació del consenso de escuelas y colegios), denominado ‘Ingeniero en Tecnologías Industriales’, que representa el camino lógico, directo y sencillo para terminar cursando el máster en Ingeniería Industrial. Tuvimos la duda de si ese grado iba a ser aceptado por la sociedad, por los alumnos, y estamos viendo que se ha consolidado definitivamente como la mejor opción porque la nota de corte va subiendo de un año para otro.

Así, es digna de mención y agradecimiento la confianza que los estudiantes depositaron en una titulación nueva, desconocida y sin atribuciones profesionales (estas estarán en el máster). También agradezco y felicito a quienes están dispuestos a seguir estudiando el máster en Ingeniería Industrial porque esa convicción de estudiar duramente y hasta el final presagia la claridad que podemos esperar de ellos como profesionales, que permitirá que el prestigio internacional de esta titulación con más de 170 años de vida siga creciendo.

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