Armando Zambrano: “Actualmente Italia tiene un 6% de ingenieros en paro y un 11% de desempleo de jóvenes ingenieros”

La revista Ingeniería Industrial entrevista a Armando Zambrano, presidente del Consejo Nacional de Ingenieros de Italia.

Nacido en Mercato San Severino (Salerno), cerca de Náxpoles, es graduado con honores en Ingeniería Civil de la Edificación por la Universidad Federico II di Napoli. Nada más finalizar sus estudios se vincula a la Orden de Ingenieros de Salerno, donde comienza su andadura en las instituciones y organismos de ingeniería. Firme defensor de los autónomos, desde sus inicios ha trabajado en el ejercicio libre de la profesión en el sector de la construcción y la edificación con labores como planificación, dirección de obras, inspección y seguridad en obras públicas y privadas de urbanismo. Tras ostentar varios cargos en el Consejo de Ingenieros de Salerno, fue elegido presidente en 2005, cargo que le llevó a ser nombrado presidente del Consejo Nacional en 2010.

¿A qué se dedica principalmente el CNI?

El Consejo representa a nivel nacional a todos los ingenieros italianos, actuando de esta manera como un cuerpo público legal dependiente del Ministerio de Justicia. Entre otras tareas, el CNI actúa como tribunal de apelación de reclamaciones contra las decisiones territoriales que impliquen algún conflicto relacionado con nuestro campo. Además, desde el Consejo remitimos opiniones sobre leyes o reglamentos profesionales al Ministerio de Justicia y al Gobierno italiano. Otra de las principales funciones que el Consejo viene desempeñando desde hace unos años, es la adaptación del Artículo 14 de la Directiva 2005/36/CE, que regula el reconocimiento de cualificaciones profesionales a nivel europeo.

¿Cómo surgió el CNI?

El Consejo Nacional de Ingenieros fue instituido por un Real Decreto de 1925 y reafirmado en 1944, para establecer unos requisitos consensuados y, con ello, una regulación de nuestra profesión.

¿Cómo se coordina una institución que aúna tantas áreas de la ingeniería?

El CNI representa nacional e internacionalmente a 106 consejos territoriales. Cada uno de ellos, a su vez, está subdividido en tres secciones: civil-ambiental, industrial y de información. Estas secciones, además, las componen dos departamentos, uno específico para ingenieros con estudios de posgrado o máster y otro para ingenieros que tan solo posean el título de la carrera. Gracias al sistema de organización territorial, los ingenieros pueden inscribirse en el consejo de su zona y esta colegiación será válida en todo el territorio nacional, ya que se trata de una misma institución.

¿Qué servicios destacaría del Consejo Nacional de Ingenieros de Italia?

Básicamente los servicios del Consejo giran en torno a tres ejes principales: información, formación y la representación de los intereses profesionales. A través de los consejos locales los miembros son informados de los asuntos que inciden directamente en su profesión. Otra de las garantías que ofrece el CNI en cooperación con la Administración, es el control del sistema de contratación pública, verificando su imparcialidad. Además, coopera en la elaboración de reglamentos profesionales que regulan el sector. Por otra parte, uno de nuestros servicios más interesantes es ofrecer a los miembros el acceso a las principales bases de datos técnicas a precios reducidos. Por último, destacaría también la labor que realiza el Consejo ligada a la formación universitaria, donde también está muy presente como supervisor.

¿Por qué debería un joven ingeniero formar parte del Consejo?

En primer lugar porque inscribirse es obligatorio si se quiere dedicar al ejercicio libre de la profesión. Otra buena razón sería poder disfrutar de servicios específicos que tenemos para los jóvenes ingenieros como, por ejemplo, becas de formación en Estados Unidos.

¿Cuál es la relación que tiene el CNI con el Gobierno italiano?

El Consejo Nacional de Ingenieros, como he mencionado anteriormente, nació en un principio bajo el apoyo del Gobierno. Aunque la relación es buena, desde el Consejo nos mantenemos firmes ante los temas que debemos defender.

¿Cuáles son las exigencias al Gobierno de los ingenieros italianos?

Una regulación y políticas que favorezcan el trabajo, sobre todo en lo referente al ejercicio libre de la profesión. Consideramos que se ha de poner empeño en diseñar una estrategia para relanzar la inversión pública en estructuras materiales e inmateriales. Y algo imprescindible, conseguir la excelencia en cuanto a la transparencia en la adjudicación de contratos públicos.

¿Cómo ve la situación de la ingeniería en Europa?

Intentando ser optimista, la crisis nos ha permitido entender que la innovación y la calidad de los productos y servicios son valores añadidos que no podemos dejar escapar. Si Europa en conjunto fuera capaz de revisar y mejorar sus estructuras de formación de las profesiones técnicas, supondría un gran impacto en el PIB que no tardaría demasiado en hacerse evidente.

¿Cuál es la situación de los jóvenes ingenieros en Italia?

Históricamente la ingeniería en Italia siempre ha gozado de cifras cercanas al pleno empleo. Actualmente nos encontramos con un 6% de paro en la profesión en general, y un 11% en cuanto a los jóvenes ingenieros que, sin duda, son los más vulnerables ante la crisis y la mala situación económica. El 6,5% de jóvenes ingenieros italianos se marchan al extranjero un año después de graduarse. Además, un dato preocupante es que desde que comenzó la crisis en 2008 hemos registrado una disminución del salario en más de un 20%, especialmente en los ingenieros freelance.

A medio y largo plazo, ¿cuáles son los retos del Consejo Nacional de Ingenieros de Italia?

El Consejo ha comenzado una gradual reorganización interna mediante la creación de una Fundación. También estamos fomentando el uso de nuevas figuras profesionales particularmente aptas para enfrentar los desafíos del mundo contemporáneo, que en los últimos años está cambiando con gran rapidez. Además, el CNI tiene la intención de ampliar los servicios que ofrece a sus miembros y mantener los costes lo más bajo posible. De esta nanera, pretende convertirse en una estructura más abierta al mundo laboral y sus cambios, siendo capaz de dar respuesta a estos lo más rápido que sea posible gracias a sus servicios.

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