Los ingenieros industriales opinan: Las aportaciones de los ingenieros industriales a la EXPO’92

La ingeniería industrial desempeñó un importante papel en la Expo’92. Se pueden citar, entre otras actuaciones, la infraestructura de suministro de energía eléctrica, el centro de control, la red de agua bruta y el anillo de condensación de los pabellones, las instalaciones contraincendios, el plan de emergencia y evacuación, el cálculo de estructuras singulares, la logística de suministro de bienes y servicios, las fuentes cibernéticas o el espectáculo de agua y sonido del lago. Quizás una de las actuaciones que más repercusión tuvo fue el acondicionamiento climático de espacios exteriores conocido como ‘el microclima’.

Desde la concepción inicial de la Expo´92, se pretendió que los espacios abiertos fueran el componente que le diera sentido unitario y personalidad al recinto.  Entre los motivos se encontraban el deseo de reflejar la tradición sevillana de vivir en la calle, y el hecho de que el número de visitantes previstos sobrepasaba la capacidad de los pabellones. El objetivo del control climático de los espacios abiertos en la Expo´92 fue el permitir que los visitantes pudieran permanecer en ellos y realizar las actividades previstas de manera confortable. Las intervenciones incluían un primer nivel, que impedía el efecto ‘isla de calor’ en el recinto mediante dos estrategias.

Por un lado, había que eliminar el calor antropogénico, suprimiendo el tráfico rodado e impidiendo la cesión al aire del recinto del calor de condensación de los sistemas de aire acondicionado mediante el anillo de agua bruta. Por otro, se debía incluir en el recinto sumideros de calor medioambientales constituidos por agua y vegetación en porcentajes muy superiores a los del diseño urbano convencional, que mitigaban su calentamiento general.

En un segundo nivel se acometía el tratamiento de espacios concretos en el entorno público. Su intensidad dependía del tiempo de estancia previsto de los visitantes. A mayor duración de la estancia, mayor intensidad de acondicionamiento.

En este segundo nivel se usaban de manera progresiva intervenciones que incluían confinamiento, control solar y enfriamiento de superficies y aire con muy diversas formas, entre ellas los popularizados posteriormente sistemas de micronización.

Desde diciembre de 1987 y por encargo de la Sociedad Estatal, un grupo de ingenieros industriales pertenecientes al Grupo de Termotecnia de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla, acometió los trabajos técnicos del acondicionamiento de los espacios abiertos de la Expo´92. Este encargo no tenía precedentes a nivel mundial ni en lo referente a su objetivo, ni a su escala.

Los trabajos de los dos primeros años se centraron en caracterizar térmicamente todos los elementos potencialmente utilizables. En los dos años siguientes se produjo la interacción con los equipos de urbanistas y arquitectos encargados de cada zona de intervención. Finalmente, en 1992 se evaluó el resultado mediante una campaña de monitorización masiva, que puso de manifiesto el excelente comportamiento climático del espacio público.

Al proyecto le concedieron diferentes premios de investigación, como el Mouchot Prize Award de la Asociación Europea de Energía Solar, y tuvo una gran repercusión mediática durante todo su desarrollo, destacando los tres episodios del programa Tomorrow´s World de la cadena BBC. En palabras de Ginés Aparicio, principal impulsor del microclima, “el esfuerzo mereció la pena no solo por su aportación relevante a la Exposición, sino por su contenido de innovación tecnológica cuyas aplicaciones potenciales desbordan el marco de los espacios abiertos”.

Ramón Velázquez, Servando Álvarez y José Guerra  /  Equipo de Termotecnia en la Expo’92

 

 

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