Carmen Baena: “Ya nadie se sorprende de que una mujer elija realizar una carrera técnica”

La revista Ingeniería Industrial entrevista a Carmen Baena Sánchez, directora de I+D del Instituto Andaluz de la Tecnología, con motivo del número 251 de la publicación, centrado en la figura de la mujer en la ingeniería.

Carmen BaenaNacida en Sevilla, es Ingeniera Industrial por la Universidad de Sevilla. Desde 1995 desarrolla su actividad en el Instituto Andaluz de Tecnología, donde ha ocupado cargos de responsabilidad hasta llegar a ser directora de I+D. Ha formado parte de órganos de dirección de entidades como el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Andalucía Occidental o Surgenia (Centro Tecnológico de Diseño). Actualmente es presidenta de la Asociación Europea para la Gestión del Valor.

¿Qué le llevó a estudiar Ingeniería Industrial?

De adolescente no tenía una vocación profesional clara, pero disfrutaba mucho con las matemáticas y las asignaturas de ciencias. Cuando tuve que decidir qué carrera universitaria iba a realizar, me comentaron que la Ingeniería Industrial tenía buenas salidas profesionales pero era muy difícil, esto me lo tomé como un reto personal que debía afrontar.

¿Cree que socialmente se sigue considerando a las carreras técnicas como estudios de hombres?

En esto sí que creo que hemos avanzado mucho, y aunque haya muchos más ingenieros que ingenieras, ya nadie se sorprende de que una mujer elija realizar una carrera técnica.

¿A lo largo de su carrera profesional se ha sentido discriminada o desfavorecida por ser mujer?

Nunca en IAT, aunque sí he sentido en ocasiones en el trato con algunos clientes o colaboradores que existen prejuicios en cuanto a nuestra capacidad técnica que te obligan a demostrar esa capacidad más que en el caso de los hombres. Una vez pasada esa barrera inicial, no suele haber ningún problema.

¿Cree que una mujer tiene más complicaciones que un hombre para llegar a un alto cargo?

En mi caso no ha sido así, pero lamentablemente creo que mi experiencia no es generalizable. En muchas otras organizaciones todavía existen muchas barreras, relacionadas fundamentalmente con aspectos culturales, que hacen que en términos generales la presencia de mujeres en altos cargos sea muy inferior a la de los hombres a pesar de tener niveles de experiencia y formativos equiparables.

Actualmente tener un hijo, ¿supone un problema laboral para una ingeniera?

El hecho de que una persona tenga hijos, ya sea hombre o mujer, influye claramente en su vida profesional o, al menos, en la manera de conciliar ésta con su vida personal. En general dicha influencia es mucho mayor en las madres por distintos motivos. Que este cambio no suponga un problema en la carrera profesional no va a depender tanto de la profesión de la madre, como de las medidas de conciliación que tengan en su organización y del nivel de corresponsabilidad que tengan ambos con respecto a las tareas del hogar y del cuidado de los hijos. Esto es algo fundamental que debemos tener en cuenta.

¿Se está haciendo todo lo posible desde las instituciones para desterrar la desigualdad de género en materia laboral?

Es innegable que en las últimas décadas se ha avanzado mucho en este ámbito. De hecho, no pueden darse situaciones de evidente discriminación laboral porque sería ilegal y, en caso de darse, serían denunciables. Sin embargo, hay estudios que indican que los salarios de las mujeres siguen siendo inferiores a los de los hombres con igual experiencia y formación, por no mencionar la desigualdad entre hombres y mujeres en puestos directivos. Todo esto indica que todavía queda mucho por hacer.

Aprovechando que es experta en I+D, ¿cuáles son los grandes problemas de Andalucía en este sentido?

El principal reto de la industria es mejorar su competitividad, y la I+D es un elemento fundamental para ello, ya que permite a las empresas generar y aplicar conocimiento y tecnología en el desarrollo de productos y procesos, adecuándolos a las necesidades de sus clientes y del mercado. Para ello, se necesita contar con recursos técnicos especializados y recursos financieros, siendo en este sentido muy positiva la colaboración con centros tecnológicos como IAT.

 

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