Análisis sobre las electrolineras

Electrolinera

Las electrolineras están presentando un crecimiento exponencial en los últimos años. Sin embargo, aún están lejos de cubrir las expectativas de los consumidores, que esperan repostar en condiciones similares a una gasolinera convencional.

En la actualidad, gracias a la implicación de centros comerciales, parkings públicos y compañías eléctricas, es fácil encontrar estaciones para cargar nuestro vehículo eléctrico (VE), pero la mayoría de estas infraestructuras son de recarga lenta con conectores Schuko y necesitan estar al menos ocho horas conectadas para cargar el 95% de la batería. Esta situación es incompatible con el crecimiento de estos vehículos, ya que la mayoría de los usuarios no poseen una plaza de aparcamiento propia donde recargar por las noches.

A su vez, la potencia requerida por una electrolinera es de unos 50 kW, similar a la media de diez hogares, por lo que requeriría mejoras en las infraestructuras eléctricas de la zona donde se emplace para no inestabilizar el sistema eléctrico.

SALTANDO OBSTÁCULOS

Aunque la recarga en alterna ya está estandarizada en Europa con conectores Menneke para recargas lentas y semirrápidas, no ocurre lo mismo en corriente continua. Hay competencia entre los conectores combos Menneke (CCS) y el estándar CHAdeMO, estando la segunda marginada durante un tiempo por la Unión Europea, aun cuando CHAdeMO está respaldada por más de 300 grandes empresas implicadas en el vehículo eléctrico. Sin embargo, hace un par de años la comisión europea recomendó la convivencia de ambas tecnologías, ya que comparten el 80% de los componentes y protocolos. Esto implica que dichos cargadores no mantienen un elevado sobrecoste, de tal forma que compiten en igualdad de condiciones, al menos hasta que se llegue a una decisión final sobre cuál será el estándar de recarga rápida en corriente continua.

A pesar de estos esfuerzos, la potencia de la recarga rápida sigue siendo insuficiente para disminuir los tiempos por debajo de 30 minutos, sobre todo, debido a las limitaciones de la red eléctrica. Según una investigación de la Escuela Politécnica de Lausana (Suiza), una solución sería desconectar las electrolineras de la Red Eléctrica, creando un almacenamiento intermedio para cargar los vehículos al doble o el triple de su velocidad. Realizada la recarga, el almacenamiento se reconectaría cargándose para su próximo uso. Dicho estudio calcula que una electrolinera que abasteciera a 200 coches diarios necesitaría un almacenamiento de 2,2 MWh, la misma cantidad de energía que consume de media un hogar europeo al año.

PROYECTO ZEM2ALL

Málaga se convirtió en 2012 en la ciudad pionera de Andalucía en movilidad eléctrica, con 23 puntos de recarga rápida dispuestos entre 9 electrolineras, además de 220 puntos de recarga convencional. El plan incluyó una flota de 200 coches eléctricos en leasing para fomentar su uso. La primera fase del proyecto, que terminó hace unos meses, evitó la emisión a la atmósfera de 330 toneladas de dióxido de carbono en los cuatro años que duró el proyecto.

A su vez, el 76% de los usuarios han usado el vehículo de manera habitual, con un recorrido medio de 48 km/día. El 97% de los participantes ha visto superada sus expectativas y el 85% decidió quedarse con él. También se quiere expandir la experiencia a otras localidades y sectores como el taxi.

TESLA SUPERCHARGERS

A diferencia de otras compañías, Tesla Motors decidió instalar sus propias electrolineras con una estructura muy similar a una gasolinera convencional. Aunque están conectadas a la Red Eléctrica, suelen contar con autonomía extra de paneles solares para generar su propia energía eléctrica. Al utilizar corriente continua y altas intensidades, pueden llegar a los 135 kW, por lo que pueden recargar las baterías de sus vehículos de 0 al 80% en 40 minutos. Hay que tener en cuenta que los vehículos de Tesla montan baterías de 60-90 kWh, mientras la competencia monta baterías de 20-30 kWh, de tal forma que su velocidad de carga es muy superior a los estándares habituales de 45 kW en recarga DC.

Además, no tienen ningún sistema de pago como otras electrolineras, al ser exclusivo para Tesla e incluir en su precio de compra el uso de estaciones de recarga sin coste adicional.

OTRAS INVESTIGACIONES

Cambio exprés de batería

La propia Tesla Motors probó un sistema automatizado en 90 segundos con un coste de 45 euros. Sin embargo, el proyecto ha sido descartado, ya que en la planta piloto californiana donde invitaron a sus usuarios a probar el sistema, pocos probaron y ninguno repitió. Además, se estima que el coste del proyecto piloto fue muy elevado en comparación con los cargadores, por lo que no tuvo el éxito esperado.

Recarga inalámbrica

Existiendo la posibilidad de conectar el vehículo por cable, la recarga inalámbrica parece un capricho. Sin embargo, el objetivo es aumentar la autonomía del vehículo a través de sistemas estáticos y dinámicos de recarga inalámbrica. En 2015, las empresas Hevo Power y Momentum Dynamics recibieron los permisos para instalarle a Google un par de prototipos. Ambos funcionan con sistemas de recarga por resonancia magnética y no necesitan un contacto directo, pudiendo estar separados hasta 50 centímetros. Del primer prototipo se conoce que tenía 1,5 kW de potencia y, aunque no se tienen datos del segundo, la empresa afirma que será capaz de transmitir hasta 200 kW en un futuro próximo.

Por otro lado, existen investigaciones sobre la recarga en movimiento de VE. En Corea del Sur ya se ha realizado un prototipo con una carretera de 12 km, consiguiendo una recarga efectiva con una distancia de 15 cm entre los bajos del vehículo y la carretera. Además, el sistema es capaz de reconocer tanto a los vehículos que pueden tomar la carga eléctrica como los que no, dejando a un lado la preocupación por una posible sobreexposición a campos electromagnéticos. Hay proyectos parecidos en Europa y EE.UU. en fase de prototipado que pronto podremos conocer.

Batería-remolque

Se han presentado varias propuestas, como introducir un pequeño motor diésel en el remolque para ir cargando las baterías mientras se circula en caso de necesidad. Pero el sistema de baterías móviles más atractivo, subvencionado por la Comisión Europea, pertenece al fabricante alemán Nomadic Power.

Con una batería desde 40 a 85 kWh, con capacidad comparable a la estándar de un Tesla Model S, aumentaría la autonomía hasta 500 kilómetros. Un dato significativo si lo comparamos con los 35 kWh que tienen los turismos actuales. A su vez, la Nomad Battery tiene un diseño conceptual muy pulido que incluye pilotos de luces de freno y posición LED.

En línea con la investigación de la Politécnica de Lausana, este remolque llevaría integrado un sistema de carga rápida, que posibilitaría también su uso como sistema de asistencia y/o emergencia en caso de quedarnos sin batería en mitad de la nada. También posibilitaría su uso en estaciones de servicio, sobre todo cuando el usuario no pueda esperar estacionado a que se recargue la batería.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *