“En la Universidad Loyola el conocimiento no se transmite, se construye entre todos en el aula”

FABIO GÓMEZ-ESTERN

 Director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad Loyola Andalucía.

LOYOLA RGB

Nacido en Sevilla, estudió Ingeniería en la Universidad de Sevilla. Catedrático, doctor ingeniero de Telecomunicaciones y ha realizado másteres en Automática, Robótica y Telemática y en Dirección de Empresas de Base Tecnológica (EOI). Comenzó su andadura profesional en Abengoa y France Télécom. Después comenzó su trayectoria docente en la escuela de ingeniería francesa Supéléc y en la Universidad de Sevilla. Actualmente es director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Loyola Andalucía y creador de la plataforma e-learning  Goodle GMS, entre otros.

¿Por qué eligió en su día dedicarse a la docencia?
Porque cubre a la perfección el sueño de desarrollar un trabajo con valor humano e intelectual. La docencia es de las actividades más humanas que se pueden ejercer a diario, y a la vez se trata de un reto intelectual, ya que nos empuja a profundizar en el conocimiento, a renovar permanentemente las ideas, a actualizar los métodos y a tratar de proyectarlos en el futuro.

¿Qué intenta transmitir en clase a sus alumnos?
Un objetivo permanente es fomentar la autonomía, la asunción de responsabilidades y la implicación del estudiante en su proceso de aprendizaje. En la Universidad Loyola el conocimiento no se transmite, más bien se construye entre todos en el aula. Para ello, organizamos actividades de manera que se maximice el papel del razonamiento y la participación del estudiante y proponemos actividades innovadoras como el ‘clickers’; así como cooperación, transparencia, honestidad y responsabilidad social. Al fin y al cabo, la Universidad está inspirada en los valores de la Compañía de Jesús.

¿Qué valor aporta la Universidad Loyola frente a otras universidades?
Ofrecemos una educación basada en competencias. Muchos centros no van más allá del papel en este sentido y no se realiza un esfuerzo real en el aula. En cambio, nosotros disponemos de mecanismos específicos para ello. Existen unos factores determinantes para redondear la formación integral Loyola: profunda coordinación entre asignaturas y docentes, coordinación de la intensidad de trabajo semanal, preponderancia de la evaluación continua, grupos reducidos, programas de internacionalización y de relación con empresas, numerosas actividades extracurriculares y un programa intensivo de tutorización y acompañamiento al alumno.

¿Qué diferencias existen entre estudiar Ingeniería aquí o en el extranjero?
España sigue muy influida por el modelo ilustrado francés. La formación matemática y racional ha preponderado sobre las demás, por lo que, aunque no debemos renunciar a este factor diferenciador, tenemos que evolucionar hacia una visión más práctica e intuitiva de la profesión. Para mí, los ingenieros han de tener una visión profunda y comprender el sentido abstracto de los conceptos, pero a menudo el acceso a la abstracción es más efectivo y directo si se parte del conocimiento del problema práctico.

¿Cómo promovéis las prácticas en las empresas?
Nuestro servicio de empleabilidad y emprendimiento tiene convenios con las empresas más relevantes de Ingeniería. El programa de Ingeniería ‘Summer in Company’, ha promovido prácticas desde el primer curso. No solo se ofrece la experiencia de prácticas, sino un proceso de selección profesional real para los estudiantes.

¿Algún consejo para el primer trabajo?
Hay cuatro factores clave que un aspirante a ingeniero debe cuidar: la cultura internacional e idiomas, el contacto con empresas, la profundización en algún área del conocimiento y atender a los aspectos sociales, de comunicación y de cooperación con los demás.

¿Están en contacto con otras escuelas de Ingeniería?
Sí, tanto en docencia como en investigación, mantenemos contactos permanentes con otras escuelas y realizamos varios proyectos de I+D con distintos grupos de la Universidad de Sevilla. Tenemos numersos convenios, con UNED, Universidad de San Francisco o Georgetown, entre otros.

¿Qué objetivos espera conseguir en la Escuela?
El principal objetivo es culminar todos los retos que nos hemos propuesto de excelencia académica y de consolidación de los lazos con el entorno social y empresarial. Vamos camino de ser una excepción en el ámbito universitario.
En cuanto a la oferta de grados hemos solicitado los grados de Ingeniería Mecatrónica y Robótica, Ingeniería de la Energía e Ingeniería Informática y Tecnologías Virtuales.

¿Ha aumentado el número de alumnos en la Escuela?
Sí, en un 50%. Las motivaciones son la diversificación de la oferta académica y el progresivo reconocimiento de la Universidad. Según una encuesta, el 93% de nuestros alumnos nos recomiendan, lo que sugiere que el boca a boca debe ser un factor determinante en nuestra expansión.

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