“Siempre me ha atraído marcharme al extranjero para poder aprender de otras culturas y formas de trabajar”

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La revista Ingeniería Industrial entrevista a José Alberto Gil Machín, ingeniero industrial jefe de obra de instalaciones y de equipamientos médicos y no médicos en un hospital de nueva en construcción en Manaos, Brasil.

Natural de Santa Cruz de Tenerife, es ingeniero industrial por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad de Sevilla en especialidad Mecánica. Sus labores profesionales se centran en la ingeniería de instalaciones y en la gestiones como jefe de obra. Tiene varios másteres sobre Gestión, Prevención de Riesgos Laborales e Instalaciones para la Edificación. Cuenta con una dilatada experiencia en la gestión de grandes obras públicas y privadas. Actualmente se encuentra en Brasil trabajando en la construcción del Hospital Zona Norte de Manaos, gestionado por Abengoa.

¿Por qué decidió marcharse a trabajar a Brasil?

Por la falta de oportunidades que había en España una vez que llegó la crisis, algo que seguimos sufriendo. A día de hoy sigue siendo importante la falta de salidas en nuestro país por lo que en el futuro, seguramente, tendré que ir a algún otro destino extranjero.

¿Le fue difícil tomar la decisión de marcharse?

Lo contrario. La mala situación hace que uno se replantee sus preferencias y deje sus intereses o exigencias un poco de lado.

¿Qué cargo y en qué proyecto se encuentra en este momento trabajando?

Mi cargo es jefe de obra de instalaciones y de equipamientos médicos y no médicos en un hospital de nueva construcción bajo un contrato tipo PPP, acuerdo público-privado.

¿Siempre le ha tentado el trabajar en el extranjero, o ha sido algo con lo que se ha encontrado sin esperárselo?

La verdad es que siempre me ha atraído para así poder conocer otras formas de trabajar y otras culturas. El hecho de que no haya oportunidades en España ayuda a tomar la decisión de hacerlo posible.

¿Cómo es la situación de la ingeniería en Brasil?

Lo cierto es que conozco poco de Brasil aparte de donde trabajo, Manaos, que es la principal ciudad del norte de Brasil, ubicada dentro de la región de Amazonas. Trabajar en Manaos es un poco complicado sobre todo por la falta de personal cualificado, esta región creo que está menos desarrollada que otras de Brasil por cuestiones históricas. Además, nos encontramos con importantes problemas de logística, lo que complica en muchas ocasiones las cosas. La mayor parte de los materiales y equipos tienen que comprarse en São Paulo, que está a unos 3.800 kilómetros por carretera de Manaos, por lo que generalmente los pedidos llegan en barco remontando el río Amazonas. Si es algo urgente viene por avión pero con un sobrecosto importante.

En un futuro, ¿le gustaría continuar trabajando fuera de España o preferiría regresar?

Preferiría trabajar fuera de España para conocer otras formas de ejercer la profesión, descubrir la vida y las costumbres de otras culturas. Aprender de otros países puede aportarte mucho profesional y personalmente. Haber estado en Brasil lo considero positivo a pesar de la lejanía y de las dificultades de comunicación de esta región en particular.

¿Qué es lo que más le sorprende de la cultura brasileña?

La simpatía de la gente y la tranquilidad con la que se hacen las cosas, al menos en Manaos, Brasil es enorme y no puedo hablar de otras regiones que no conozco. Algo que también me sorprendió gratamente es el interés que tienen por los extranjeros. Otra cosa curiosa es que son positivos a pesar de las dificultades económicas y políticas por las que pasan.

¿Qué personaje histórico de la ingeniería destacaría?

Destacaría a Agustín de Betancourt y Molina, paisano mío, ambos somos tinerfeños. Fue un prestigioso ingeniero e inventor español de mediados del siglo XVIII y principios del XIX, al que descubrí en una exposición con maquetas sobre su vida. Desconocía que existiera y quedé alucinado por sus obras e inventos, principalmente los que realizó en Rusia.

¿Qué tal lleva el Portugués?

Cuando llegué no tenía idea de portugués. Al principio fue un poco difícil porque sin estar empezada la ejecución del proyecto, el principal contacto que tenía con suministradores y subcontratas era por email y teléfono. Por correo me salvaba con los traductores online, pero cuando tenía que hablar y además por teléfono, el entendimiento mutuo era bastante pobre. Principalmente aprendí leyendo, viendo la TV y con el trato continuo con brasileños.

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