Los ingenieros industriales opinan: ‘Andalucía, puerta industrial de Europa’

Entre los objetivos de la Unión Europea se encuentra que, en el año 2020, el 20% de su PIB proceda del ámbito industrial. Se trata de una apuesta muy ambiciosa si se parte de la base de las desigualdades existentes entre las distintas regiones europeas o, por no ir tan lejos, de las diferencias entre las propias españolas. Si se compara Cataluña o el País Vasco con Andalucía, las diferencias en PIB son evidentes, con unos órdenes de magnitud que van del 20% al 10%, respectivamente. En cuanto al PIB industrial por habitante, resulta que Andalucía está a la cola de las regiones españolas, solo por encima de las islas y Extremadura.

Dentro de diez años, España será la fábrica de Europa, no cabe la menor duda de ello. Pero, en Andalucía, ¿seremos capaces de colocarnos en la locomotora de la reindustrialización, o nos quedaremos en el furgón de cola y perderemos una vez más el tren de la industrialización?

Actualmente se habla de la industrialización como motor de progreso, pero no se aportan ideas. Al menos en Andalucía, porque otras comunidades autónomas como Cataluña, País Vasco, Aragón o Comunidad Valenciana sí que lo están haciendo. Desde el Colegio llevamos años reivindicando la necesidad de adoptar medidas valientes para que Andalucía sea de nuevo un foco de atracción de inversiones, ya que, como hemos dicho en reiteradas ocasiones, sin industria no hay progreso.

A continuación, intentaremos dar algunas claves y analizar las fortalezas y debilidades, las oportunidades y amenazas que nos esperan en los próximos años.

DEBILIDADES PARA LA REINDUSTRIALIZACIÓN DE ANDALUCÍA

AUTORIZACIONES ADMINISTRATIVAS

Una industria con cierta complejidad puede tardar entre uno y tres años en obtener autorizaciones administrativas para iniciar su construcción. La falta de técnicos cualificados en las administraciones, la rotación de los mismos, los plazos administrativos tan largos, el silencio, la proliferación de autorizaciones, y un largo etcétera, constituyen factores negativos muy importantes y ampliamente denunciados por organizaciones profesionales, empresarios, industriales y medios de comunicación.

INFRAESTRUCTURAS ELÉCTRICAS

En Andalucía, las infraestructuras eléctricas fallan porque hay muchas redes obsoletas, saturadas, sobre las que no se hacen inversiones. La falta de generación distribuida hace que muchas veces las pérdidas sean elevadas en un territorio extremadamente grande.

INFRAESTRUCTURAS DE TRANSPORTE

La necesidad de un corredor ferroviario que permita que en 48 horas cualquier producto pueda estar en cualquier parte de Europa desde cualquier parte de Andalucía por ferrocarril es una necesidad urgente. Conseguir transportes baratos es una necesidad imperiosa. Además, disponer de unas infraestructuras portuarias que puedan conectar con cualquier puerto del mundo también es necesario, así como la disminución de los costes de manipulación en puerto, ya que la carga, descarga, acopio y estiba son de los más caros del mundo, lo que resta competitividad.

SUELO INDUSTRIAL

La falta de suelo industrial de carácter público y generalista a precios públicos u oficiales o la falta de instrumentos urbanísticos para dotar de suelo industrial en buenas condiciones y a precios bajos hacen que, a veces, gran parte de la inversión se ‘entierre’ en un suelo y no en instalaciones o maquinarias. Esta falta de espacios industriales en zonas portuarias con buenas dotaciones de infraestructuras representa una limitación para industrias que desarrollan su actividad en el mundo global.

ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA INDUSTRIAL

La inexistencia de una Consejería que se dedique en exclusiva a cuestiones industriales, como pasa en otras comunidades autónomas, hace que los cargos políticos que ocupan las responsabilidades en materia de industria tengan que compartirlas con otras responsabilidades que poco tienen que ver con la industria. El tiempo es finito y no todo se resuelve con buena voluntad por parte de las personas.

INICIATIVAS PARA ATRACCIÓN DE INVERSIONES

Muy tímidas y poco ambiciosas.

CULTURA POLÍTICA INDUSTRIAL

Lamentablemente, los políticos no suelen entender bien el mundo industrial. Posiblemente, este hecho se debe a que pocos de ellos proceden de estos ámbitos. Un político, que era incluso ministro, llegó a decir que “la mejor política industrial es la que no existe”. El tiempo ha demostrado que estaba en un error y que era un desconocedor de su funcionamiento.

COMPATIBILIDAD ENTRE ESPACIOS NATURALES Y ESPACIOS INDUSTRIALES

Hay que ser creativos y buscar la compatibilidad entre espacios naturales y desarrollo económico y espacios industriales. Si no conseguimos que nuestras comunidades y países limítrofes cumplan los mismos condicionantes para desarrollar su actividad industrial que nosotros, ellos competirán en mejores condiciones y las industrias se
deslocalizarán. Un estudio realizado por Garriges sobre el efecto industrial del mercado de derechos de emisión y gases de efecto invernadero preveía que, en España, sectores completos (cemento, cal, fertilizantes) se deslocalizarían hacia países como Marruecos. Esto es debido al efecto de las autopenalizaciones que nos hemos impuesto por emitir a la atmósfera. No olvidemos que Marruecos dista de Andalucía unos 14 km. y que la atmósfera, o las corrientes marinas, no conocen fronteras.

CULTURA EMPRESARIAL INDUSTRIAL

Hay que revitalizar la cultura industrial regional con la incorporación de nuevos inversores, principalmente de origen extranjero. Se trata de un perfil más acostumbrado a manejarse en el mundo industrial y en el escenario global que nos ha tocado vivir. De esta forma dejaríamos atrás el ‘provincianismo’ de los que hemos estado en unas
posiciones cómodas.

ESTRATEGIA PARA EL FOMENTO INDUSTRIAL

Ni hay, ni se espera. En ello son pioneras otras comunidades autónomas como Cataluña, Aragón, Comunidad Valenciana y País Vasco. Tampoco se está trabajando en el desarrollo de una ley de fomento industrial.

COMPETITIVIDAD

La incidencia de la mano de obra sobre los productos industriales es elevada. Los convenios colectivos en las zonas industriales son más altos que en el resto de la comunidad (a veces mucho más altos) y las tecnologías, a veces, están obsoletas. No olvidemos que hay que competir en un mundo global y todo lo demás es engañarnos
a nosotros mismos.

FORTALEZAS PARA LA REINDUSTRIALIZACIÓN DE ANDALUCÍA

PROYECTOS DE ZONAS FRANCAS
Los proyectos de zonas francas suponen un aliciente a la inversión industrial muy interesante, sobre todo para las multinacionales, que los consideran muy positivamente. No obstante, hay que saber llegar a esas empresas, ya que recientemente se han creado otras zonas francas por todo el mundo.

INNOVACIÓN

El apoyo a la innovación de las empresas, con el respaldo de centros tecnológicos y universidades, hace que Andalucía sea exportador de tecnología y de conocimiento. ¿Por qué no conseguir que ese conocimiento se utilice para el desarrollo, tanto tecnológico como industrial, de Andalucía?

ATRACTIVO PARA INVERSORES

Andalucía es un atractivo importante para inversores. Hay que reconocer que el clima, la gente, la cultura y la historia son puntos muy positivos que no se encuentran en ningún otro sitio. El que llega a Andalucía ya no se va, y eso hay que aprovecharlo.

AYUDAS PÚBLICAS

Las ayudas públicas son un aliciente importante para la implantación en Andalucía. Sin embargo, actualmente hay un vacío legal por la finalización del periodo de vigencia de la orden de incentivos y no hay a la vista ningún instrumento más que le otorgue continuidad.

RECURSOS HUMANOS

En Andalucía disponemos de abundante mano de obra cualificada formada en las distintas universidades andaluzas. El año pasado salieron de las escuelas de Ingeniería de Andalucía casi 500 ingenieros industriales y, si les sumamos el resto de las Ingenierías, podemos estar hablando de 4.000 a 5.000 nuevos profesionales cualificados. También existe un amplio tejido de jóvenes de formación profesional bien adiestrado y dispuestos a dar lo mejor de sí en nuestras industrias (fundamentalmente debido a las escasas oportunidades de trabajo, que está propiciando que, al menos, las personas se preparen mejor).

OPORTUNIDADES PARA LA REINDUSTRIALIZACIÓN DE ANDALUCÍA

VUELTA DE CHINA

El mito chino se está derrumbando. Los costes en ese país están creciendo. Además, la competencia desleal de aquellos países se está multiplicando, y la fiabilidad y calidad de sus productos deja mucho que desear. Ese derrumbe tiene que ser aprovechado por Andalucía para venderse como la puerta industrial de Europa, ya que los bolsos de piel se vuelven a hacer en Ubrique, las botas en Valverde, etc.

SECTORES INDUSTRIALES EN AUGE

Los sectores industriales ligados a los recursos naturales, como la minería, agroindustria, acuicultura o las energías renovables, pueden ser un buen motor de desarrollo si se agotan las potencialidades de los mismos. Por parte de las administraciones, hay que conseguir que todo el valor añadido se quede en Andalucía. No tiene sentido que se lleve el concentrado de cobre que se saca en Andalucía fuera de ella para terminar en planchas (cátodo) de cobre en países remotos.

Otros sectores a potenciar son el químico y petroquímico, el de defensa (aviones, tanques, barcos), la industria de transformación y la industria de automoción.
Si es importante que haya puestos de trabajo en la industria, no menos importante son los puestos de trabajo que se crean alrededor de la industria. Por cada puesto de trabajo directo se pueden llegar a crear cuatro indirectos.

RED DE PUERTOS

El transporte de mercancías entre los cinco continentes se hace, fundamentalmente, por barco y Andalucía cuenta con una red de puertos de primera categoría, del que sobresale el puerto de Algeciras, ubicado en un lugar geoestratégico inmejorable. Dicha circunstancia es un valor positivo a explotar.

CLIMA Y GENTE

El clima de Andalucía hace que la producción y la productividad sean mayores al tener más horas de sol. Además, ello conlleva menos gasto en energía eléctrica de iluminación, lo que al cabo del año puede ser una cantidad importante.
Por otro lado, el clima y las gentes acogedoras de Andalucía, con toda su idiosincrasia y valores éticos y culturales, hacen que cualquier extranjero que venga a trabajar a Andalucía (directivos o personas de confianza de las multinacionales) se adapte a la vida y a las costumbres propias de Andalucía rápidamente.

PUERTA INDUSTRIAL DE EUROPA

Las empresas que quieren vender en Europa necesitan, en general, centros de trabajo dentro de Europa, lo que hace que Andalucía sea un lugar estratégico para venderle a Europa desde dentro de Europa.

AMENAZAS PARA LA REINDUSTRIALIZACIÓN DE ANDALUCÍA

MOVIMIENTOS DE OTRAS REGIONES Y PAÍSES

Otras regiones de España ya se han dado cuenta de que sin industria no hay progreso y, tanto sociedad civil como políticos, se están sensibilizando, actuando en consecuencia desde hace tiempo. Andalucía está tardando en ponerse en marcha, posiblemente porque la ‘maquinaria’ es más difícil de arrancar pero, cuando se embale, ese
tren puede ser imparable.

FALTA DE ESTABILIDAD ECONÓMICA

Una de las claves de los países que están creciendo económicamente por encima de la media es la estabilidad económica, independientemente del partido político que gobierne en cada momento. La falta de esta estabilidad económica hace que los inversores se piensen dos veces si invertir en un país o una región donde no hay pactos de estado, ni pactos autonómicos, y donde el partido que está en la oposición amenaza constantemente con derribar, cuando llega al Gobierno, toda la política económica/industrial aprobada por el otro partido.

PROYECTO TANGERMED Y OTROS EN EL NORTE DE ÁFRICA

Hay proyectos en marcha que están avanzando muy deprisa y atrayendo inversiones de fuera de Andalucía/España y Europa. Uno de ellos es el proyecto Tangermed (Marruecos). La implantación de fabricantes como Renault o Toyota en estos enclaves y la estabilidad sociopolítica de países limítrofes de Andalucía, como Marruecos, hacen que aparezcan serios competidores con muchas menos restricciones en la puesta en marcha de industrias. Muchos industriales (fundamentalmente del sector alimentación) han migrado a Marruecos, donde han encontrado muchas facilidades para lograr el desarrollo de sus empresas.

FALTA DE FINANCIACIÓN

La falta de financiación a los proyectos viables hace que la inversión (sobre todo la inversión local) esté parada. No hay que olvidar que el 95% del empleo lo crean las PYMES y estas tienen su base en la financiación de entidades locales o regionales, sin tener acceso a otras fuentes de financiación de fondos de inversión o bancos extranjeros.

ESCALADA DE PRECIOS DE LA ELECTRICIDAD

La electricidad ha subido en los últimos años (España es el país más caro energéticamente de toda la Unión Europea, si exceptuamos a Malta y Chipre) y la tendencia (pese a lo que diga el Gobierno) es a la subida. Sin embargo, están aparcados varios proyectos de inversión en nuevas plantas de generación de energía (lo que favorecería la competencia) y no se prevén medidas para revisar los peajes de acceso que aparecen en el recibo de la luz y que suponen el 55% del recibo eléctrico.

EXCESIVA REGULARIZACIÓN Y JUDICIALIZACIÓN DE LOS PROCEDIMIENTOS ADMINISTRATIVOS

El Gobierno autonómico no ha podido adoptar una política real de liberalización ni de desregularización (conviene no confundir ambos conceptos), pese a los intentos reiterados, la buena voluntad y los anuncios de buenas intenciones. Eso, unido a la judicialización de los procesos administrativos, hace que la Administración se paralice por un exceso de reflexión, que les lleva a la parálisis por el análisis. Siempre que hay un proyecto de cierta envergadura, aparece irremediablemente una plataforma antiproyecto que termina ‘tumbando’ al mismo.

Una de las iniciativas emblemáticas de paralización de proyectos fue la refinería de Balboa (en la provincia de Badajoz, pero cuyo oleoducto y terminal de carga estaban en Andalucía). Tras siete años de trámites para obtener la autorización ambiental, alguien encontró un resquicio para ‘cargarse’ el proyecto y, con ello, 3.000 millones de euros no invertidos y 3.000 puestos de trabajo directos perdidos (muchos de los cuales, por proximidad, hubiesen venido de Andalucía).

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