Rocío de los Santos Arcos: “Todo llega para quien sabe esperar”

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La revista Ingeniería Industrial entrevista a Rocío de los Santos Arcos, operadora de instalaciones en Servicios Generales de MATSA, con motivo del número 252 de la publicación, centrado en los jóvenes ingenieros.

Natural de Valverde del Camino (Huelva), realizó los estudios de Ingeniería Industrial en la Universidad de Sevilla. Cuenta con casi 3 años de experiencia laboral, en los que ha conocido diferentes facetas de la Ingeniería Industrial. Actualmente es operadora de instalaciones y servicios en Minas de Aguas Teñidas, en la cuenca minera onubense.

¿Por qué decidió estudiar Ingeniería Industrial?

Fueron varias. En primer lugar, mencionaría la variedad de oportunidades que ofrece, no solo en cuanto a las salidas laborales, sino también en el sentido de la enseñanza. Otra razón que me llevó a decidirme fue el perfil ocupacional, que nos permite trabajar en diversas áreas del sector productivo. Y, por supuesto, como en cualquier carrera universitaria, el propio desarrollo intelectual.

¿Qué tareas desempeña actualmente en la mina de Aguas Teñidas?

Soy Operadora de Instalaciones de Servicios. Mi trabajo consiste en controlar y supervisar el funcionamiento de varias plantas de la mina como, por ejemplo, las tres plantas de tratamiento de aguas, la planta 1 y 2, y la planta Magdalena. En la planta 1 y la planta Magdalena se depura el agua procedente del interior de la mina, mientras que en la 2 se depura el agua procedente del Depósito de Pasta, que es donde se depositan parte de los estériles generados en el proceso de flotación, para posteriormente volver a ser utilizada en el proceso, además de para vertido. También realizo estas tareas en la planta de gunita, en la que se produce un hormigón de granulometría fina y dosificación alta en cemento, que se proyecta en las galerías para reforzar el sostenimiento en el interior. Además, me encargo de la planta de hormigón, de las calderas, las instalaciones de protección contra incendios, el bombeo de aguas de la mina, del control analítico, la interpretación de resultados de actuación sobre el proceso y del control de la manipulación de productos químicos y residuos.

¿Qué es lo que más le apasiona de su trabajo?

La polivalencia laboral que este me ofrece.

¿Fue complicado encontrar su primer trabajo?

Sí, pero pienso que fue por una serie de condiciones personales desfavorables.

¿Qué consejo le daría a los jóvenes que intentan hacerse un hueco en el mundo laboral?

Que no desesperen, que aunque corran malos tiempos seguro que esta situación es transitoria. Por mi experiencia personal he llegado a la conclusión de que todo llega para quien sabe esperar.

¿Cree que habrá un resurgir del sector minero en la cuenca minera de Huelva?

A día de hoy soy bastante optimista. La minería en Huelva ya es una realidad, lo que provoca un impacto muy positivo, no solo en la economía provincial, sino en los municipios concretos en los que se asienta. Solo espero que las administraciones públicas continúen flexibilizando los trámites para la puesta en marcha de los diferentes proyectos a desarrollar, como ya ha ocurrido con la ampliación de Matsa, Mina Sotiel, Mina Magdalena y Mina Riotinto. Sólo de esta forma, apoyando al sector, podremos aprovechar el potencial que tiene la Faja Pirítica.

¿Considera importante que los jóvenes ingenieros industriales se colegien?

Por supuesto, ya que considero que el Colegio a través de los cursos que en él se imparten, informa al colegiado de cuáles son las necesidades actuales del mercado laboral y además es un nexo de unión entre ingeniero y empresas.

¿En alguna ocasión ha pensado en marcharse a trabajar al extranjero?

No, para mí sería bastante complicado, ya que tengo cargas familiares.

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